PWR kerncentrale

El estado avanzado de la obra

Cuando se canceló la construcción de la Central Nuclear Juraguá (oficialmente en 1992), el costo de la inversión ascendía ya a 1.1 billones de dólares. El bloque uno, hacia el que se dirigió el esfuerzo principal en los últimos años, estaba a un noventa por ciento de su ejecución civil, y el ochenta por ciento de los suministros necesarios para su operación se encontraba en el emplazamiento.

Anexo, se encontraba un área industrial amplia de apoyo a la construcción. Contaba con varios almacenes espaciosos (algunos climatizados) y talleres especializados en fabricación de estructuras metálicas y soldadura, entre otras instalaciones.

Se habían construido carreteras, líneas de ferrocarril, un puerto para la descarga y manipulación de equipos grandes y pesados. También, una escuela politécnica, una ciudad con más de dos mil viviendas y otras infraestructuras.

Más de dos mil profesionales y miles de obreros calificados habían recibido capacitación especializada y entrenamientos en el extranjero; en temas de construcción, montaje, operación y mantenimiento de centrales nucleares.

¿Se hubiera podido reconvertir la Central Nuclear Juraguá para generar electricidad a partir de una fuente no nuclear u otro propósito?

Centrales nucleares reconvertidas

En una entrada anterior de este blog, expusimos ejemplos de centrales nucleares canceladas que habían sido reconvertidas o aprovechadas para otros fines. Así, tenemos la planta austriaca de Zwentendorf, que se utiliza en investigaciones, centro de capacitación en seguridad, y se alquila para filmaciones, fotografías y eventos. La presa que se construyó para abastecer de agua a la Central Nuclear de Valdecaballeros, en España, se aprovecha para suministrar a la población de la zona. Además, la subestación eléctrica está en servicio y recibe la energía producida por distintas centrales termosolares y fotovoltaicas instaladas en las proximidades.

Entre 1993 y 1995, se llevó a cabo en Filipinas un estudio de las opciones para convertir a la central nuclear de Bataan en una central de combustible fósil. La planta, que ya estaba terminada desde 1986 y cargada con combustible nuclear, no había comenzado a funcionar por una decisión del gobierno, debido a preocupaciones de seguridad a raíz del accidente de Chernóbil.

Se propuso utilizar carbón o un ciclo combinado con gas natural. El vapor generado en la instalación de combustible fósil se reciclaría para alimentar las turbinas de la instalación nuclear. La idea era aprovechar parte de la planta y recuperar algo de los gastos invertidos.

Aunque la conversión era técnicamente posible, no se consideró económicamente recomendable. Utilizar el carbón o el gas natural en nuevas centrales sería mucho más eficiente. La planta nuclear fue diseñada para usar vapor saturado, mientras que las plantas térmicas trabajan con vapor sobrecalentado. La instalación reconvertida presentaría limitaciones técnicas que reducirían considerablemente la potencia de la turbina nuclear.

El destino de Juraguá

A finales de los noventa, circuló entre el personal técnico que permanecía en Juraguá una propuesta de Foster Wheeler, un conglomerado industrial global estadounidense en aquel entonces, con oficinas en Ginebra, Suiza, pero cuya sede operativa se situaba en Clinton, Nueva Jersey. Su actividad se centraba en la ingeniería, aprovisionamiento y construcción de complejos industriales, principalmente en los campos del refinado de petróleo y la producción y transformación de energía.

La propuesta constaba de dos hojas en inglés. Cuba debía renunciar a la opción nuclear y Foster Wheeler se encargaría de suministrar una caldera de combustible fósil y una turbina de alta presión de vapor sobrecalentado. El vapor, a la salida de esta, alimentaría a las turbinas de vapor saturado ya instaladas en la Central de Juraguá.

Las dificultades técnicas que implicaba la ejecución de la propuesta, sumadas a consideraciones políticas dado que se trataba de una compañía estadounidense, probablemente llevaron a que no se considerara viable. El futuro de Juraguá ya estaba decidido y sería, el desmantelamiento.