Kernkraftwerk Zwentendorf (DSC02319)
Central austriaca de Zwentendorf, cancelada en 1978. Actualmente, se utiliza con fines de investigación, centro de capacitación en seguridad, y se alquila para filmaciones, fotografías y otros eventos.

Los que participamos en el intento de construir la primera central nuclear de Cuba lamentamos que, después de tanto esfuerzo y recursos invertidos, la obra haya quedado inconclusa y abandonada. Si algo puede servirnos de consuelo es que no es la única de su tipo que corrió semejante suerte.

La planta nuclear de Obninsk, a unos 110 km al suroeste de Moscú, se convirtió en 1954 en la primera del mundo que produjo electricidad industrialmente, aunque su único reactor tenía una potencia de solo 5 MW(e). Le siguió en 1958, Calder Hall en Reino Unido, que se considera la primera central nuclear a gran escala, pues ya contaba con unidades de 60 MW(e). Hasta 1976 se habían conectado a la red eléctrica de diversos países un total de 202 reactores.

Se registra 1977, como el año en que por primera vez se cancela un proyecto de reactores nucleares de potencia, SURRY-3 y 4. Dos unidades con las que se pretendía ampliar la capacidad de la central ubicada en esa localidad de Virginia, Estados Unidos, y en las que se habían invertido ya $53 millones. Debían haberse completado en 1986 y 1987, sin embargo, la disminución de las proyecciones de necesidad de electricidad, más la creciente incertidumbre que enfrentaba la industria nuclear, provocaron el cambio de planes.

Un año después, la entrada en servicio de la central austriaca de Zwentendorf fue impedida por un referéndum, en el que una estrecha mayoría del 50.47% votó en contra de su puesta en marcha. Austria promulgó una ley que prohibía la construcción y operación de reactores de fisión para la generación de energía eléctrica. Actualmente, la planta se utiliza con fines de investigación, centro de capacitación en seguridad, y se alquila para filmaciones, fotografías y otros eventos.

El accidente de Three Mile Island en 1979 marcó el inicio de numerosas cancelaciones en los Estados Unidos, en total fueron abandonados 32 proyectos desde ese año y hasta 1984, cuando le llegó el turno a España.

La Central Nuclear de Valdecaballeros (CNV); situada en la localidad extremeña del mismo nombre, que constaba de dos reactores y cuya construcción se inició en 1975; no llegó a ser puesta en funcionamiento. En 1984, el gobierno del PSOE decretó la moratoria nuclear, lo que supuso la paralización progresiva de las obras cuando la unidad I estaba finalizada al 70% y la unidad II al 60%.

Los terrenos de CNV ahora tienen un aprovechamiento exclusivamente ganadero; la presa que construyeron en el río Guadalupejo, para abastecer de agua a la central, se aprovecha para suministrar a la población de la zona. También, la subestación eléctrica se encuentra en servicio, y recibe la energía producida por distintas centrales termosolares y fotovoltaicas instaladas en las proximidades.

El otro proyecto español cancelado en 1984 fue la central de Lemóniz. Situada en la localidad del mismo nombre, en el País Vasco, comenzó a construirse en 1972, constaría de dos unidades de 1000 MW(e) cada una. Cuando las obras finalizaron y se disponía a su puesta en funcionamiento (tan solo faltaba la introducción del combustible nuclear), fue paralizada y posteriormente desmantelada.

Central nuclear de Lemóniz (Vista Este)
Central Nuclear de Lemóniz, País Vazco, España. Cancelada en 1984

Se discute si la paralización se debió a la presión de grupos ecologistas y antinucleares o a la oleada de atentados de la banda terrorista ETA, que llegó incluso a secuestrar y asesinar al ingeniero del proyecto. Oficialmente, la central dejó de construirse por la moratoria nuclear establecida en toda España desde ese año.

El desastre de Chernóbil de abril de 1986, en lo que entonces era la República Socialista Soviética de Ucrania, fue un duro golpe para la industria nuclear. La peor pesadilla se había hecho realidad, fusión del núcleo con escape de sustancias altamente radioactivas al exterior. Se perdió la confianza del público, la tecnología soviética fue puesta en la picota, lo que sumado a los cambios políticos que sucedieron en los años siguientes, terminaron con el cierre definitivo y las cancelaciones de numerosas centrales en los antiguos países socialistas.

En Filipinas, un mes antes del accidente de Chernóbil, fue derrotado el dictador Ferdinand Marcos, quien en 1973 había anunciado la construcción de la planta de energía nuclear de Bataan, en respuesta a la crisis del petróleo. La siguiente administración de la presidente Corazón Aquino resolvió no operar la central ya completada, pero nunca cargada de combustible. Se consideró la fuerte oposición de los ciudadanos filipinos, así como la preocupación por la integridad de la obra que se erigió cerca de una falla geológica importante y del entonces inactivo Monte Pinatubo.

Bataan Nuclear Powerplant
Central Nuclear de Bataan, Filipinas

Las dos unidades de la central de Montalto di Castro, en Italia, estaban a punto de completarse en 1988, después de una inversión de unos cinco mil millones de dólares, cuando el gobierno italiano decidió cerrar todas las plantas nucleares como resultado del referéndum del año anterior. La planta nunca operó. Su área y algunas de las estructuras ya construidas ahora son utilizadas por la central eléctrica de combustibles fósiles "Alessandro Volta", la más grande del país.

Montalto di Castro Nuclear Power Station 2014
Central Montalto di Castro, Italia

De 1988 a 1991 fueron cancelados 4 proyectos en Estados Unidos y 12 en los antiguos países socialistas del este. El cinco de septiembre de 1992 es el día que el Organismo Internacional de la Energía Atómica considera el final de Juraguá-1 y 2, para esa fecha ya la acompañaban 61 reactores de todo el mundo. En 1993 Rusia dejo de trabajar en diez más. A partir de entonces disminuyó notablemente el número de centrales en construcción.

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